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martes, 26 de enero de 2016

Uruguay genera casi el 95% de su electricidad a partir de energías limpias

En menos de 10 años, Uruguay ha reducido drásticamente su huella de carbono y el coste de la electricidad, todo ello sin subvenciones gubernamentales y sin coste adicional para el consumidor. Ahora, prácticamente el 94,5% de la electricidad consumida en el país procede de fuentes de energía limpias.







Hace apenas 15 años, el 27% del gasto del país en importaciones se debía al petróleo. Ahora, la vida en Uruguay se asienta sobre la base de una combinación de energías muy diversas entre las que las nuevas renovables --eólica, biomasa y fotovoltáica--, sumadas a las instalaciones ya existentes de energía hidroeléctrica, equivalen al 55% de la mezcla. El cambio no solo está aportando al país beneficios mediambientales y de salud, sino también económicos.

Sus enormes progresos en la eliminación de los combustibles fósiles de su economía le han permitido reducir considerablemente el gasto en importaciones. Además, el precio de la electricidad ha bajado considerablemente y, gracias a la mezcla de energías, los apagones energéticos se han reducido, repercutiendo ambas mejoras directamente de forma positiva en los consumidores.

El país ha sido elogiado por el Banco Mundial y por la Comisión Económica de América Latina y el Caribe; y el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) lo incluyó en su listado de "Líderes en energía limpia".


Unos compromisos muy ambiciosos para los próximos años


Recientemente, Ramón Méndez, ex-director nacional de energía y actual responsable de políticas para el cambio climático del país, sorprendió en la ONU al anunciar uno de los compromisos energéticos más ambiciosos del mundo para Uruguay: un recorte del 88% en las emisiones de carbono para el año 2017.

El gobierno del país se ha propuesto también llegar a ser neutral en sus emisiones de CO2 en 2030.



Ramón Méndez, Responsable de políticas para el cambio climático de Uruguay


¿Cuál es la receta para una transformación tan sorprendente?


Quizá lo más sorprendente es que no hay rastro de energía nuclear en la mezcla. Tampoco se han incrementado las instalaciones de energía hidroeléctrica en los últimos 20 años, ni se ha realizado la habitual política de subvenciones gubernamentales.

El cambio, según Mendez, se debe principalmente a:

  • Una toma de decisiones clara por parte de las instituciones

  • Una reforma legislativa para favorecer un entorno normativo favorable que promueva el desarrollo de este tipo de energías

  • Una sólida colaboración entre el sector público y el privado.

Esas medidas han bastado para que la inversión en materia de energía en el país (en general, no sólo en renovables) se haya disparado en los últimos años, hasta alcanzar un total de 7.000 millones de dólares.

"Hemos aprendido que las energías renovables son un negocio financiero", señaló Méndez. "Los costes de construcción y mantenimiento son bajos, por lo que simplemente con proporcionar a los inversores un entorno seguro, resulta muy atractivo".

El país no ha sorprendido solo en materia de energía. A lo largo del último año, ha saltado también a los medios de comunicación por el proyecto de construcción de una escuela pública completamente sustentable y para cuyo diseño, han contado con la colaboración del famoso arquitecto, creador de las Earthships, Michael Reynolds.

Fuente: The Guardian


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2 comentarios:

  1. Algo tendrá que ver que la generación, distribución y comercialización de la energia sea del estado y no privatizada como aquí en España.Allí si se pueden hacer leyes que favorezcan al pueblo aquí se hacen para favorecer a las empresas privadas.

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  2. Algo tendrá que ver que la generación, distribución y comercialización de la energia sea del estado y no privatizada como aquí en España.Allí si se pueden hacer leyes que favorezcan al pueblo aquí se hacen para favorecer a las empresas privadas.

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